Enfermedades mentales: Alzheimer, anorexia, bulimia, autismo, vigorexia
Enfermedad mental
La enfermedad mental es
una alteración de los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo,
considerado como anormal con respecto al grupo social de referencia del cual
proviene el individuo. Se encuentra alterado el razonamiento, el comportamiento,
la facultad de reconocer la realidad o de adaptarse a las condiciones de la
vida.
Alzheimer
La enfermedad de
Alzheimer (EA), también
denominada mal de Alzheimer, o
demencia senil de tipo Alzheimer
(DSTA) o simplemente alzhéimer es una enfermedad
neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos
conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida progresiva de la
memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas
(neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad
suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de 10 años,
[]aunque esto puede
variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento del
diagnóstico.
Anorexia
La anorexia nerviosa es un trastorno del comportamiento alimentario que
se caracteriza por una pérdida significativa del peso corporal producida
normalmente por la decisión voluntaria de adelgazar. Este adelgazamiento se
consigue suprimiendo o reduciendo el consumo de alimentos, especialmente "los
que engordan" y también con cierta frecuencia mediante vómitos, uso indebido de
laxantes, ejercicio físico exagerado y consumo de anorexígenos, diuréticos...
El paciente anoréxico experimenta un intenso miedo al aumento de peso a
pesar de que éste disminuye cada vez más y de una manera alarmante. Se produce
una distorsión de la imagen corporal, lo que obliga a mantener la dieta.
El hecho de la pérdida de peso es negado prácticamente siempre por el
enfermo y no suele tener conciencia de la enfermedad. Esta malnutrición produce
alteraciones, síntomas y trastornos: hipotensión, alteraciones de la piel, caída
de cabello, trastornos gastrointestinales, etc. También se dan síntomas de
ansiedad, depresión y obsesivos. Esta malnutrición también provoca tristeza,
irritabilidad, aislamiento social e incluso ideas de muerte y
suicidio.
Bulimia
Bulimia o bulimia nerviosa forma parte de un trastorno psicológico y un trastorno alimentario. Es
una conducta durante la cual el individuo se aleja de las pautas de alimentación
saludable consumiendo comida en exceso en periodos de tiempo muy cortos (lo que
le genera una sensación temporal de bienestar), para después buscar eliminar el
exceso de alimento a través de ayunos, vómitos, purgas o laxantes.
Autismo
El autismo es un
trastorno del desarrollo, permanente y profundo. Afecta a la comunicación,
imaginación, planificación y reciprocidad emocional. Los síntomas, en general,
son la incapacidad de interacción social, el aislamiento y las esterotipias
(movimientos incontrolados de alguna extremidad, generalmente las
manos).
El bebé autista puede pasar desapercibido hasta el cuarto mes de vida; a
partir de ahí, la evolución lingüística queda estancada, no hay reciprocidad con
el interlocutor, no aparecen las primeras conductas de comunicación
intencionadas (miradas, echar los brazos, señalar...).
Su origen obedece a una anomalía en las conexiones neuronales que es
atribuible, con frecuencia, a mutaciones genéticas.
El autismo no tiene cura, aunque se puede tratar.
Vigorexia
La dismorfia muscular o
vigorexia, es un trastorno alimentario caracterizado por la presencia de una
preocupación obsesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal
(dismorfofobia). A veces referido como anorexia nerviosa inversa o complejo de Adonis, la dismorfia
muscular es un tipo muy específico de trastorno dismórfico corporal. Esta
enfermedad es más común en los hombres.
La vigorexia no esta reconocida como enfermedad por la comunidad médica
internacional, pero se trata de un trastorno o desorden emocional donde
las características físicas se perciben de manera distorsionada, al igual que lo
que sucede cuando se padece anorexia, pero a la inversa.
Una persona que siempre se encuentra con carencia de tonicidad y
musculatura, puede sentir una necesidad obsesiva de realizar ejercicio físico
para mejorar su aspecto corporal, haciéndolo de forma compulsiva, y con ello
padecer vigorexia. Con esta, los cuerpos suelen desproporcionarse, adquiriendo
una musculatura no acorde con la talla de la persona